El
Estado de Flujos de Efectivo (EFE) es una de las nuevas cuentas
anuales que ha incorporado en el NPGC de 2008.
Se
trata de un Estado que informa sobre la utilización de los efectivos
líquidos de la empresa. Para la transmisión de dicha información
clasifica los movimientos por actividades e indicando su variación
neta en el ejercicio. Se distribuye en tres categorías: actividades
operativas o de explotación (que se desarrollan mediante el método
indirecto), de inversión y de financiación (que se desarrolla por
el método indirecto).
El
método indirecto parte del resultado contable y a través de una
serie de ajustes se concilia con el flujo de efectivo real, mientras
que el directo se consideran las entradas (cobros) y salidas (pagos)
de efectivos en bruto.
El
resultado que se obtiene puede ser positivo o negativo. La
importancia de este estado y su objetivo es mostrar si la empresa
genera o consume fondos en su actividad productiva, permitir ver si
la empresa realiza inversiones en activos de largo plazo como bienes
de uso o inversiones permanentes en otras sociedades, informar sobre
la liquidez y sus expectativas, observar la cifra de fondos generados
o consumidos por la financiación ya sean sobre el importe de fondos
recibidos de prestadores de capital externo o los mismos accionistas
y lo devuelto por vías de reducción de pasivos o dividendos...
El
EFE es de gran utilidad para los analistas o los usuarios con
necesidad de tomar decisiones, a través del Estado de Flujos:
- Capacidad de la empresa de generar flujos de caja futuros.
- Capacidad de generar flujos de caja positivos en sus actividades principales, de cara su éxito o continuidad en el futuro.
- Capacidad de la empresa para satisfacer obligaciones, pagar dividendos y valorar necesidades de financiación externa.
Este
Estado no es obligatorio para empresas que puedan formular el
Balance, el Estado de cambios en el patrimonio neto y memoria
abreviados.
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