
El
Dinero permite el intercambio de bienes y servicios de forma más
sencilla que el trueque. Además, para que éste tenga validez debe
ser reconocido por la sociedad que lo usa, permitiendo su
identificación y valoración de una forma clara.
El
Ahorro, por su parte, se define como la cantidad monetaria sobrante de las personas o las instituciones sobre sus gastos.
La
Economía, sin embargo, es algo más amplio y complejo que todo esto.
Muchos son los autores y los estudiosos que han hablado de ella. Los
inicios de esta palabra viene de los griegos, de su vocablo “okomos”
que quiere decir “Administración de la casa” y desde entonces
este concepto ha dado, y sigue dando, mucho de que hablar.
La
economía es una ciencia que estudia las relaciones entre la
producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y
servicios, entendiéndolos como medios para la satisfacción de
necesidades humanas.
Es,
en definitiva, el estudio de la conducta humana que trata la manera
de administrar los recursos escasos para crear satisfacción entre
los miembros de la sociedad, tanto de forma individual como de forma
colectiva. O como diría Lionnel Robbins “es la ciencia que estudia
la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados
que tienen diversa aplicación”.
Sin
embargo, la definición de Robbins es excesivamente amplia. Todos los
seres vivos eligen entre distintas alternativas para solucionar el
problema de la escasez de los recursos y su necesidad de
satisfacción. Definido así, nuestro sistema económico se encuentra
también entre el de los animales. Por ello un biólogo, Ghiselin, ha
propuesto distinguir la Economía Natural y Economía Política, que
sometida a un ordenamiento jurídico, es exclusiva de los seres
humanos.
Viene
entonces aquí otra confusión, la que se da entre Política
Económica y Economía Política. Pues bien, mientras que la primera,
la Política Económica, utiliza una serie de herramientas
macroeconómicas, como son por ejemplo política monetaria o política
fiscal, con la intención de modificar los resultados económicos, la
segunda, la Economía Política, no hace nada, no aplica nada, no
permite nada, tan sólo estudia el comportamiento de los seres
humanos en temas económicos.
Ahora
bien, hay que aclarar que no son independientes entre ellas, sino
todo lo contrario, puesto que es la Economía Política la que
analiza las reacciones del individuo y la sociedad para que la
Política Económica pueda saber como modificar dicho comportamiento.
En
este difícil momento actual, se está utilizando constantemente la
Economía Política para evaluar y analizar como los individuos y
las empresas están siendo permanentemente influenciadas por la
conducta, a veces irracional, de los Mercados.
Y
también en la coyuntura actual, la Política Económica es lo que
están intentando, de momento sin éxito, aplicar nuestros
Gobernantes para, manipulando las herramientas correspondientes,
poder alcanzar los objetivos previstos o impuestos.
Por
hoy es suficiente, me doy por satisfecho si hemos aprendido a
utilizar la palabra economía en la forma y momento adecuado. Y
quedamos emplazados para otra ocasión, dónde nos centraremos en la
amplia diversidad de políticas económicas que tienen los Gobiernos
a su alcance para solucionar las diferentes situaciones en las que
nos sitúa, a la sociedad, los diferentes ciclos económicos.